Todo nutricionista o entrenador personal te dirá que un deportista es alguien con necesidades nutricionales y procesos metabólicos diferentes a los de una persona sedentaria. Antes de entrenar en el gimnasio, es necesario que tu organismo se acondicione para lograr el rendimiento deseado.
De la alimentación depende poder soportar un entrenamiento intenso, la recuperación rápida entre series, y el porcentaje de glucosa en sangre para una función cerebral adecuada. El alimento debe consumirse con un margen de tiempo que permita la digestión y una metabolización parcial de los carbohidratos. La nutrición también influye en el potencial de recuperación post-entrenamiento.
En general, para garantizar el aporte de vitaminas y antioxidantes, basta con prestar atención a la calidad de los alimentos consumidos a lo largo del día. Si el deportista lleva una dieta equilibrada, su ingesta calórica aumentará proporcionalmente a las calorías gastadas durante la actividad física. Con los minerales, especialmente el potasio y el magnesio, y las proteínas es necesario evaluar, junto con tu nutricionista, la posibilidad de añadir suplementos al aporte diario de la dieta.
Hidratación y entrenamiento en el gimnasio
El suministro de agua, además de compensar la deshidratación durante el ejercicio, también debe cuidarse durante el resto del día. Es una de las reglas de oro que te dará cualquier entrenador personal o dietista. Hidratar el organismo resulta esencial para el mantenimiento general y la eficiencia fisiológica, particularmente de los riñones.
Un cuerpo hidratado responde correctamente a los estímulos y se recupera mejor del desgaste. La función renal, gracias a la adecuada hidratación de la sangre (volemia), mejora la eliminación de tóxicos responsables de la fatiga sistémica tras el ejercicio.
Comida pre-entrenamiento: Consulta a tu nutricionista o entrenador personal en Madrid
Debes ingerir ciertos nutrientes que te aporten energía antes de ejercitarte en el gimnasio, y a la vez mantener buenos niveles de glucemia hasta el inicio de la sesión. Comer cualquier cosa antes del ejercicio para entrenar sin hambre, no implica que vaya a servirte para rendir bien durante el entrenamiento.
Debes seguir una dieta respetuosa con factores como los tiempos de digestión, el metabolismo, tu constitución, e incluso la hora a la que acudes al gimnasio. Generalmente, la alimentación antes del entrenamiento en el gym debe tener las características de:
1.- El momento de la ingesta y su composición deben coordinarse con los tiempos de absorción de los alimentos para despreocuparte por picos de insulina.
2.- Fácil digestión, alto aporte energético (nunca por debajo de 250-300 kcal) y prevalencia de alimentos de bajo índice glucémico.
3.- En cuanto a las porciones de los alimentos, a mayor cantidad, más tiempo dura la digestión.
4.- Debe ser energética, con un medio o bajo índice glucémico, a fin de no causar un pico de insulina demasiado rápido. En caso de producirse, bajaría el nivel de azúcar en la sangre y afectaría negativamente el estado de concentración mental al comienzo del entrenamiento.
Pueden consumirse frutas como la manzana o la pera, acompañadas de arroz o pasta integral. Una comida rica en fibra, junto a otro alimento de índice glucémico alto, equilibra la absorción de carbohidratos y mantiene suficiente glucosa en sangre para entrenar (hasta dos horas).
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