Es posible que tú o alguien de tu entorno ha sido diagnosticado de Intolerancia a la Lactosa, a la Fructosa, al Gluten, … Afortunadamente hoy en día tenemos cada vez más conocimiento y pruebas diagnósticas para detectar la causa de esas molestias intestinales tras la ingesta de determinados alimentos. Tanto es así que cuando acudimos a un restaurante, disponemos de carta de alérgenos, y cada vez son más los productos industriales adaptados, como lácteos sin lactosa o alimentos sin gluten,... Todo esto facilita mucho la vida de aquellas personas que lo sufren.
¿Es lo mismo una dieta para intolerancias que para alérgicos?
En absoluto, ya que ser alérgico a un alimento no es lo mismo que ser intolerante. En ambos se produce una reacción adversa en el organismo pero el motivo es diferente.
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En las alergias está implicado el sistema inmunológico mientras que en las intolerancias es el sistema digestivo. Por lo tanto, el tratamiento es diferente.
¿Qué es una dieta para intolerancias alimentarías?
Todos conocemos los productos lácteos sin lactosa.
Es el ejemplo perfecto de una intolerancia alimentaría, en la que el responsable es el sistema digestivo, éste no sintetiza suficiente cantidad de enzima lactasa, por lo que la lactosa de la leche no se degrada en el intestino delgado y continua avanzando hacía el intestino grueso, donde no tenía que haber llegado, allí las bacterias son las responsables de su fermentación, dando lugar a efectos adversos sobre la salud como hinchazón abdominal, gases…
En resumen, una intolerancia alimentaría es una reacción adversa del organismo provocada por la ingesta de ciertos alimentos. Como profesional os puedo decir que las intolerancias alimentarias son un mundo aparte, porque la sintomatología es diferente en cada persona. Las causas pueden ser muy diversas y hay muchísimos alimentos implicados. Los síntomas más comunes son hinchazón, gases, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, sensación de mareo, cansancio etc.
Sí crees que tienes una intolerancia alimentaría, debes acudir al médico especialista del aparato digestivo. Existen diferentes pruebas para el diagnóstico. Una vez sepas a que tienes la intolerancia, lo más recomendable es que te pongas en manos de un nutricionista ya que con una dieta controlada y adaptada podrás tolerar ciertas cantidades de alimento sin que esto genere síntomas o represente graves problemas para tu salud.
Con el adecuado tratamiento dietético las intolerancias pueden mejorar o llegar a desaparecer con el tiempo.
¿Cuál es mi especialidad en dietas para intolerantes?
a) Intolerancias a la Fructosa y Sorbitol
b) Celiaquía / Intolerancia al Gluten
c) Intolerancia a la Lactosa
d) Alergia a las LTPs
e) Dieta FODMAP
Elaboro planes dietéticos personalizados teniendo en cuenta tus intolerancias. El objetivo del tratamiento dietético es mejorar los síntomas y que lleves una dieta completa y equilibrada sin carencias nutricionales, para que aumentes tu calidad de vida. Ponte en contacto conmigo sí quieres concertar una cita para mejorar tu salud digestiva y por tanto, tu calidad de vida.
¿Qué es una alergia alimentaria?
Las alergias deben ser diagnosticadas por el servicio médico especialista de alergología. A través de pruebas especificas se identificará a que alimentos eres alérgico. La mala noticia es que las alergias alimentarias en general no desaparecen, siendo aquí el mejor tratamiento no consumir los alimentos que las producen.
Una alergia alimentaria (o no alimentaría) es cuando el organismo produce una respuesta inmune exagerada al entrar en contacto con una “sustancia extraña” o alérgeno. El sistema inmunológico se pone en estado de alerta y genera anticuerpos que desencadenan la reacción alérgica.
Casi todos mis pacientes me comentan que no consumen una u otra fruta porque les pica la garganta… Hay muchos alimentos diferentes capaces de producir alergias, como huevos, frutos secos, mariscos, pescados... Los síntomas también son diferentes en cada persona, los más comunes son picor en la boca, hinchazón de las membranas, urticaria, erupciones cutáneas, problemas respiratorios… y en el peor de los casos la muerte.
Hace algunos años fui diagnosticada alérgica a determinados crustáceos y aunque me encanta su sabor, no los consumo porque el miedo a ponerme mal es más fuerte que el placer de comerlo.