Trajiste al mundo un bebé maravilloso, pero a la vez deseas volver a entrar en tus pantalones vaqueros favoritos. De entrada, asume que no es posible a corto plazo. Recuperar la forma llevará un poco de tiempo, paciencia y plantearte unas expectativas correctas.
Seas o no madre lactante, evita establecer metas irrealizables. Si adelgazas deprisa, el efecto rebote será también rápido y recuperarás el peso perdido.
El postparto es un período delicado, y no es sano imponerte dietas drásticas o ejercicio físico severo.
Una alimentación desequilibrada te agota físicamente justo cuando te corresponde recuperar el vigor, sobre todo si el embarazo y el parto fueron difíciles. Una dieta rica en omega 3, antioxidantes, vitaminas y nutrientes esenciales garantiza buena salud y un estado de ánimo positivo.
Necesidades dietéticas tras dar a luz
No necesitas obsesionarte por la cantidad de calorías; de vez en cuando, una pieza de chocolate negro constituye una maravillosa fuente de antioxidantes. Mejor controla el valor nutricional de tus comidas y opta por una dieta equilibrada con métodos de cocción más saludables.
Cuando puedas, muévete: camina con tu bebé, retoma el ejercicio moderado cuando tu médico te autorice. Descansa por lo menos 8 horas por noche. Durante el sueño se genera una hormona, la leptina, que aporta sensación de saciedad.
Si estás amamantando, tus necesidades son idénticas a las del final de su embarazo. Tu hijo necesita nutrientes específicos: debes aportar suficientes ácidos grasos insaturados, esenciales en el desarrollo neurológico del niño, y entre 1 y 1,2 gramos de calcio al día.
No te saltes comidas y disfruta de un sustancioso desayuno. Mejor tres comidas principales y dos tentempiés (uno a media mañana y una merienda). Tendrás menos hambre para la próxima comida.
Hidrátate, sobre todo si estás amamantando. Bebe mucha agua, infusiones, caldo de legumbres, etc. El agua también aporta elasticidad y luminosidad a tu piel. Evita bebidas carbonatadas y licores, que contienen excesivos azúcares y tienden a hinchar el estómago. Limita también la sal, porque retienes líquido.
Consume 3 ó 4 productos lácteos por día (leche desnatada o semi, yogurt natural, queso bajo en grasa) para compensar la deficiencia de calcio en el embarazo.
Incluye proteínas y carbohidratos en tus comidas. Elige granos integrales, ricos en fibra, y legumbres. Entre el 30 y el 40% de las mujeres presentan déficit de hierro tras el parto. Se puede recuperar con carne y los pescados grasos, así como con frutos secos como las nueces y las avellanas.
Conclusión sobre cómo adelgazar después del parto
Ya sea amamantando o no, puedes seguir una dieta siempre que sea variada y equilibrada. La dieta mediterránea es la mejor, con fruta y verduras, cereales, pescado y carne blanca. Mejor evitar la grasa, dulces o alimentos fritos, así como sustancias deshidratantes como el café o la sal.
Si has hecho una dieta para embarazadas, tal vez puedas seguir con ella, pero si, a pesar de estos consejos nutricionales, persiste el sobrepeso 6 meses después de la llegada de tu bebé, consulta a tu nutricionista para que te prescriba una dieta personalizada.