Imagina que aprovechas el comienzo de año y te planteas en serio cuidarte. Comienzas a comer más sano y a entrenar en el gimnasio. Perseveras un trimestre, notas que reduces algo de cintura y bajas de peso, pero al poco te estancas en tu entrenamiento, e incluso recuperas parte de lo perdido. ¿A qué se debe esta paradoja?
Bajar de peso con nutricionista según tu tipo somático
Lo primero que debes conocer es que el músculo pesa más que la grasa. Cuando entrenas, pierdes grasa por un lado, y ganas músculo por otro. Si no consultas con tu médico o dietista y entrenas para conseguir definición en vez de para reducir grasa, la que pierdas cederá su lugar al músculo, más denso y pesado.
En los casos en que la obesidad afecta a las articulaciones, u otras patologías, la dieta y el entrenamiento priorizan la pérdida de grasa antes que el efecto estético de la ganancia muscular. Siempre debes recurrir al profesional de la salud antes de entrenar tras un largo periodo de sedentarismo, para recibir la prescripción de ejercicio adaptada a tus necesidades y la dieta correspondiente a ese entrenamiento.
El “cutting” en fitness, es la fase del entrenamiento centrada en perder grasa y definir; el “bulking” sería la de incrementar masa muscular y ganar fuerza. Cada una conlleva una dieta específica, y existe diversidad de opiniones sobre alternar una fase antes de la otra, e incluso si se pueden realizar a la vez. Esta controversia puede abordarse en otro post. Ahora se analiza otro factor a tener en cuenta a la hora de comenzar con el ejercicio y la dieta: el mesotipo.
Conoce tu tipo somático
El dietista te recomendará que elijas metas realistas con el fin de eliminar el estrés por los resultados. Cada tipo de cuerpo reaccionará de diferente manera ante el plan de ejercicio y la dieta asociada. La clave de cómo bajar de peso con el nutricionista es una dieta y entrenamiento adaptados al tipo somático particular de la persona. Tu somatipo es la constitución que recibes por genética.
Muchos abandonos de gimnasios y dietas adelgazamiento se originan por una aparente falta de progreso. Podrían evitarse si se consulta al dietista y para adaptar dieta y ejercicio según el tipo somático. La vida sana y el deporte son siempre beneficiosos, pero optimizarás mucho mejor tus recursos con un plan a tu medida, como el que te proporciona el nutricionista tras estudiar tus características.
Tres tipos somáticos principales
– Endomorfo. Tiende al sobrepeso por su metabolismo lento. Necesitan ejercicio cardiovascular y dieta para mantener el peso controlado. La contrapartida es que ganan músculo con facilidad.
– Ectomorfo. Su metabolismo rápido les ayuda a quemar grasa. Su desventaja es que le cuesta muscularse.
– Mesomorfo. Término medio entre los anteriores, la mayoría de las personas tienen esta constitución mixta. Los hombres, presentan la forma de V de los culturistas, y las mujeres la de reloj de arena.