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Intolerancia a la Fructosa

Intolerancia a la Fructosa

Se estima que un 70% de las personas que sufren el síndrome de intestino irritable en realidad sufren malabsorción de la fructosa, a día de hoy la intolerancia a la fructosa es una gran desconocida que puede afectar a más del 30% de la población.

En AGM Nutricionistas realizamos dietas para intolerancias específicas, pero tal vez te preguntes algunas cosas.

¿Qué es la fructosa y donde podemos encontrarla?

La fructosa es un azúcar simple que llega a nuestro organismo a través de los alimentos y lo hace de diferentes formas:

1.- Como fructosa libre, presente en frutas, verduras y miel. En forma de sacarosa, constituye el disacárido glucosa + fructosa, es el azúcar común, blanco o moreno.

2.- Los fructanos o inulina son polímeros de fructosa, se encuentran en alimentos como alcachofas, espárragos, guisantes, cebollas, puerros, ajos y trigo.

3.- Y por último el sorbitol, un polialcohol utilizado como edulcorante, que se metaboliza en el hígado, dónde se transforma en fructosa.

¿Por qué sufro malabsorción de la fructosa?

La causa se debe a la disminución del transportador específico de la fructosa, llamado GLUT 5, necesario para pasar a la sangre la fructosa que llega al intestino con los alimentos. En función del grado de disminución de este transportador aparecerán más o menos síntomas.

¿Qué es la malabsorción de fructosa? ¿Cuáles son los síntomas?

Cuando sufres malabsorción de la fructosa, lo que sucede es que ésta no es absorbida total o parcialmente por las células de tu intestino delgado.

Es por esto que la fructosa sigue su camino junto con agua (debido a su efecto osmótico) por el tracto digestivo hasta llegar al intestino grueso, las bacterias del colon rápidamente la fermentan liberando hidrogeno, dióxido de carbono, metano y ácidos grasos de cadena corta.

Los síntomas se manifiestan de diferentes maneras según la persona y el grado de malabsorción, los más comunes son: inflamación, diarrea, estreñimiento, gases, nauseas, vómitos, dolor de cabeza, dolor y calambres en la zona abdominal, fatiga, depresión, sudores nocturnos…

¿Cómo saber si sufro malabsorción de la fructosa?

Una vez aparecen los síntomas se diagnostica con el test de hidrógeno espirado. Es una prueba protocolizada en la que tras la administración al paciente de una determinada cantidad de fructosa, un aparato con sensor de hidrógeno determina el grado de malabsorción de fructosa (a mayor cantidad de hidrógeno en el aire espirado, mayor es el grado de malabsorción).

Tengo malabsorción de la fructosa ¿Qué hago ahora?

El tratamiento consiste en una dieta restringida en fructosa. Sí la malabsorción es total deben restringirse todos los alimentos que contengan fructosa.

Sí se trata de una malabsorción parcial, en función del grado, se realizará una dieta con aporte controlado de fructosa. Cada persona debe tratarse individualmente. Contacta con un dietista para conseguir una dieta variada y que incluya aquellos alimentos que mejor toleras.