La ciencia demuestra que una persona que quiere perder peso, no necesita someterse a una dieta estricta sino cambiar el estilo de vida, los hábitos de alimentación y seguir algunas indicaciones por parte de un profesional de la salud.
Adelgazar con dieta de forma sensata
Adelgazar con dietas muy estrictas o ayunos, sin asesoramiento del médico o nutricionista, conlleva en primer término la pérdida de masa muscular, no de depósitos de grasa.
A parte del efecto rebote con la recuperación del peso perdido, sino más, que suele ser la consecuencia final de la aventura.
Resulta insano y peligroso auto-preescribirte, sin control profesional, cualquier dieta estricta de unas semanas, sólo para poder entrar en la ropa que se te ha quedado pequeña.
Para verte bien, sin embargo, existe una forma de adelgazar de forma más sensata, que respeta tu composición corporal, quizás con resultados más lentos pero mucho más duraderos en el tiempo. Se basa en conceptos simples y una pizca de psicología.
Sí: es posible adelgazar sin hacer una dieta restrictiva, si cumples unas sencillas pautas. Todo comienza con una visita a tu médico y nutricionista.
Ellos, teniendo en cuenta tus patologías, estado fisiológico, condición física, etc te instruirán sobre cómo adelgazar sin someterte a dietas rígidas que pongan a prueba tu voluntad y buen humor. Aprenderás a integrar ciertos hábitos de conducta en tu rutina diaria; entre ellos, los siguientes:
Haz ejercicio moderado diario
Muévete, ejercítate según tu edad y limitaciones físicas. El movimiento físico es importante para mantenerse o perder peso y contribuye al bienestar psicofísico en todos sus aspectos.
El deporte ayuda a la digestión y promueve un sueño saludable, ayuda a eliminar toxinas y reducir el estrés, y beneficia a órganos vitales como el corazón, los pulmones y el cerebro.
Es recomendable hacer al menos 150 minutos de ejercicio a la semana, lo que supone 30 minutos 5 días a la semana, esto nos ayudara a quemar más calorías y a tonificar los músculos para evitar la flacidez (más acusada con el adelgazamiento).
Come en el momento y al ritmo adecuado
Respeta tu reloj biológico comiendo con un horario acorde a tu rutina diaria. La regularidad de las comidas ayudará al metabolismo con el ritmo entre el ayuno y la digestión. Tómate tu tiempo para comer y disfruta de tu plato.
Comer y beber rápidamente produce digestiones pesadas y se incrementa además la deglución de aire y por tanto, este hecho puede ser la causa del exceso de gases.
Comer lentamente y masticar bien los alimentos ayuda a la digestión y también es una manera de no exagerar con las cantidades.
Una comida debe durar al menos 20 minutos para activar las hormonas que regulan la sensación de saciedad; si comes rápido, puedes ingerir demasiada comida antes de llegar a sentirte saciado.
Duerme bien
Entre los 18 y 65 años lo ideal sería dormir entre 7 y 9 horas al día. También el sueño debe tener un horario fijo aproximado, incluidos los fines de semana, para respetar los ritmos circadianos. La falta de sueño se relaciona con el aumento del estrés y la tendencia a la obesidad.
Encuentra tus formas de combatir el estrés, para que puedas dormir bien, gracias a la relajación y a la actividad física. Una dieta vigilada, que nada tiene que ver con una dieta restrictiva implica cuidar el equilibrio mental además del aspecto alimentario.
Aprende a reemplazar los alimentos
Si quieres aprender cómo adelgazar sin hacer dieta, el nutricionista te enseñará a conocer el valor calórico y nutricional de los alimentos. Para bajar de peso más fácilmente, debes aprender a sustituir los alimentos de menos calorías dentro de su misma categoría.
Por ejemplo, desde un punto de vista calórico y nutricional, eliges la carne de ave respecto a otras carnes más grasas; o el pan integral de harina de grano entero respecto al elaborado con harina refinada.
Puedes visitar la sección de dietas para adelgazar para más información y si tienes cualquier duda, no dudes en contactarnos.